Las tendencias del sistema económico-social prevaleciente en el país, provocan la marginación de un importante sector de la población de los beneficios de la producción, por ello es necesaria la participación del Estado en la prestación de servicios sociales básicos para la población de menores ingresos. La protección contra desastres también debería formar parte da este esfuerzo estatal, pues aunque los programas sectoriales de educación, vivienda y salud diminuyen la vulnerabilidad de la población es necesario contar con una estructura institucional que contribuya a evitar o paliar los efectos negativos que podrían derivarse de una situación de riesgo.
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