sábado, 9 de octubre de 2010

 

Políticas
Estrategias o planes de actividades
Directrices operacionales para la planificación y ejecución de proyectos y la dirección de la propia organización
Planes geográficos y sectoriales
Diseño y propuestas de programas y proyectos
Estructuras, sistemas y capacidades organizativas
Relaciones externas
Etapa 4. Aplicación de las conclusiones
Los informes de evaluación son documentos de gran valor potencial: permiten extraer enseñanzas de la práctica y aplicarlas,
proporcionan una base para examinar mejores prácticas y políticas, contribuyen a la planificación estratégica
y fortalecen la memoria institucional. En este contexto, es esencial la disposición a aprender de la experiencia. Para
asegurar que tenga lugar el aprendizaje, la evaluación debe incorporarse en los sistemas y la práctica regular de la
organización.
Recuadro 10 Asimilación institucional de las conclusiones de la evaluación
La evaluación realizada en 2003-2004 de la experiencia normativa y operacional del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) en lo relativo a los desastres naturales demostró que los desastres afectaban notablemente a las
posibilidades de desarrollo. Los países afectados no habían abordado adecuadamente este aspecto, y el enfoque
del BID era en gran medida reactivo a los eventos. Las conclusiones de la evaluación propiciaron el desarrollo de
un plan de acción cuatrienal (2005-2008) encaminado a mejorar la gestión del riesgo de desastres por parte del
BID, basado en nuevos enfoques de programación por países y gestión de actividades; en cambios en las políticas,
los procedimientos y los productos financieros; y en un enfoque organizativo centrado en la reducción del
riesgo antes de los desastres. Para hacer realidad el plan, ha sido necesario asegurar el apoyo de los órganos
superiores de gestión, obtener fondos y recursos y hacer participar en el proceso a personal técnico.
Fuente: Clarke, C. L. From Evaluation to a Renewed Business Model: The IDB Experience. Conference on DISASTER RISK MANAGEMENT: Taking
Lessons from Evaluation. París, 20 de noviembre de 2006. Disponible en: http://www.worldbank.org/ieg/naturaldisasters/paris/presentations/
IADB_Clarke.pdf
El proceso de evaluación debe ser lo más abierto posible y sus resultados deben ser ampliamente difundidos. La transmisión
de las conclusiones a todas las partes interesadas del proyecto antes de presentar los informes permite examinar
y aclarar muchas cuestiones. Las evaluaciones participativas que promueven la identificación de las partes interesadas
con el producto final incrementan la probabilidad de una actuación acorde con las enseñanzas extraídas.
El examen de evaluaciones individuales permite determinar las enseñanzas y los temas más destacados que se
pueden aplicar de forma más general en la política y las operaciones (véase Recuadro 11). A veces, varios organismos
pueden realizar un examen conjunto para estimular el aprendizaje mutuo, el intercambio de conocimientos y la
transparencia.
Recuadro 11 Extracción de enseñanzas de ámbito más general
En 1999, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja realizó un análisis
sobre la base de las evaluaciones de los programas de preparación para desastres ejecutados en tres continentes,
a fin de extraer enseñanzas sobre seis cuestiones: conveniencia de un enfoque regional; integración con otras
actividades; asociaciones y fortalecimiento de la capacidad; comunicación en torno a los programas; impactos y
cuestiones relativas a los delegados de preparación para desastres; y voluntariado. Estas cuestiones formaban
parte de casi todos los programas evaluados. Las conclusiones del análisis se tuvieron en cuenta en el diseño de
la estrategia internacional de la Federación. En este sentido, el análisis contribuyó a la reflexión en torno a la
estrategia a seguir en el seno de la Federación.
Nota de or ientación 13 13
En 2006, el Grupo Independiente de Evaluación del Banco Mundial publicó una evaluación general de la asistencia
del Banco a países afectados por desastres naturales. Sobre la base del análisis de 528 proyectos ejecutados
desde 1984, se formularon numerosas recomendaciones relativas a las características y la eficacia de la respuesta
del Banco a los desastres, a la integración de la gestión del riesgo en las estrategias de desarrollo, y a la coordinación
tanto interna como externa.
Fuentes: Mitchell, J. Learning from the Past: a look back at evaluations and reviews of disaster preparedness programmes. Ginebra: Federación
Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, documento no publicado, 1999; Banco Mundial (2006).
3. Factores críticos para el éxito
Planificación realista y práctica, con propósitos y objetivos claros.
Recursos adecuados (tiempo, personal y presupuesto) asignados al seguimiento y la evaluación en la planificación
del proyecto.
Utilización de una combinación de métodos de recopilación de datos apropiados al proyecto y a los objetivos de la
evaluación.
Participación de las partes interesadas clave –especialmente de los beneficiarios– en la evaluación como verdaderos
participantes en el proceso, no sólo como proveedores de información.
Determinación y selección de indicadores pertinentes que demuestren los impactos así como las relaciones causaefecto
entre los procesos (actividades y resultados), los efectos y los impactos del proyecto.
Reconocimiento de que los beneficios del proyecto pueden no ser equitativos; determinación de los impactos en
diferentes sectores de la comunidad.
Aplicación de las enseñanzas extraídas para mejorar la práctica y la política.
Transparencia en el proceso; transmisión de resultados a otras partes interesadas.
Recuadro 12 Terminología sobre amenazas y desastres
Quienes trabajan en el ámbito de los desastres, reconocen de forma generalizada que la terminología sobre amenazas
y desastres se utiliza sin coherencia en todo el sector, como consecuencia de la participación de profesionales
e investigadores de una amplia gama de disciplinas. En las presentes Notas de orientación, los términos
principales se utilizan con el significado siguiente:
Llamamos amenaza, peligro o fenómeno natural (hazard, en inglés) a los eventos geofísicos, atmosféricos o hidrológicos
(p. ej., un terremoto, un deslizamiento de tierras, un tsunami, un huracán, una onda de marea, una inundación
o una sequía) que poseen el potencial de causar daños o pérdidas.
La vulnerabilidad es el potencial para sufrir daños o pérdidas, y está relacionada con la capacidad para anticiparse
a un peligro, hacerle frente, resistir al mismo y recuperarse de sus efectos. Tanto la vulnerabilidad como
su antítesis, la resiliencia, están determinadas por factores físicos, ambientales, sociales, económicos, políticos,
culturales e institucionales.
Un desastre es la ocurrencia de un fenómeno natural extremo, con efectos en las comunidades vulnerables, que
causa daños considerables, trastornos y eventualmente heridos o muertos, y que deja a las comunidades afectadas
en una situación de incapacidad para funcionar con normalidad sin asistencia externa.
El riesgo de desastres depende de las características y la frecuencia de los fenómenos que se producen en un lugar
específico, así como de la naturaleza y el grado inherente de vulnerabilidad o resiliencia de los elementos en riesgo.
La mitigación abarca las medidas estructurales (físicas) o no estructurales (p. ej., planificación del uso de la tierra,
educación de la población) que se adoptan para minimizar los efectos adversos de peligros naturales potenciales.
La preparación abarca las actividades realizadas y las medidas adoptadas antes de producirse un evento, a fin de
preverlo, así como alertar y evacuar a las personas y asegurar los bienes cuando existe una amenaza concreta, y
velar por una respuesta eficaz (p. ej., almacenar suministros alimentarios).
PROVENTION CONSORTIUM - Her ramientas para la integración de la reducción del 14 r iesgo de desas t res
El socorro, la rehabilitación y la reconstrucción abarcan las medidas adoptadas después de un desastre a fin de,
respectivamente, salvar vidas y atender a las necesidades humanitarias inmediatas, restablecer las actividades
habituales, y restablecer la infraestructura física y los servicios.
El cambio climático es un cambio significativo, desde el punto de vista estadístico, en los valores medios o la
variabilidad del clima en un lugar o región durante un período de tiempo prolongado, ya sea que se deba a los
efectos directos o indirectos de las actividades humanas sobre la composición de la atmósfera terrestre o a la
variabilidad natural.

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